Son tantos los interrogantes que surgen en torno a la violencia... la humanidad no es capaz de entender ni explicarla desde el inicio de la creación.
¿Qué sentido tienen las guerras que envilecen a unos y destruyen a otros bajo los deseos de bienes, dinero y poder?
¿Por qué destruimos lo que no es nuestro simplemente por hacer daño argumentando reivindicaciones sin sentido?
¿Por qué hay religiones e ideologías que para defender sus posturas se arman de fusiles y bombas?
Dios nos creo hermanos, hijos de un mismo Padre que nos ama y nos pide que nos amemos unos a otros como lo hacen los padres con los hermanos carnales.
¿Por qué gastamos tantas energías y dinero en armas cuando sería mucho más productivo dedicar ese dinero a paliar el dolor de aquellos que sufren hambre?
Evidentemente la violencia, por pequeña o grande que sea, no solo no lleva a ningún sitio sino que nos empobrece, reduce nuestra capacidad de amar, nos divide y hace de este bello mundo un lugar inhabitable para todos aquellos que la sufren desde el miedo y el dolor.
Encar
www.reflejosdeluz.net
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