El niño de María
Quisiera ser un ángel,
para pregonar la presencia del Niño en Belén.
Quisiera ser pastor,
y tener el privilegio de adorar al Señor
Quisiera ser, una y otra vez, pastor
para sentirme rico y ofrecer lo poco que tengo
al que es, tanto y tan poco, en Belén.
Quisiera ser Rey Mago,
y dejar los reinos de mi seguridad
llevando oro para Aquel que es Rey
incienso para Aquel que es Dios
y mirra para Aquel que es hombre.
Quisiera ser Rey Mago
para mirando a María
no marcharme sin mirar al Hijo de Dios.
Quisiera ser estrella
y alumbrar a los hombres al encuentro con Jesús
Quisiera ser José
para, con mano firme y sólida,
no perder al Dios Enmanuel.
Quisiera ser portal,
para que, hoy y mañana,
el año que viene y siempre
Dios se dignase nacer en mí.
Quisiera ser cuna de Jesús
para, como María, tener su mismo privilegio:
mirarle, contemplarle, cuidarle
y hacerle el centro de mi vida.
Amén
Ave María
Javier Leoz
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