Esos son los refugiados de nuestro tiempo.
Los vemos en las noticias, sus rostros reflejan el dolor de un mundo que no ha sabido ofertar igualdad, que no ha sabido ofrecer un lugar digno donde vivir y por ello tienen que huir de su patria abandonando a sus familias y lanzándose a la aventura.
Los miramos con recelo, respeto e incluso miedo... los tenemos olvidados... sabemos que existen pero poco o nada hacemos para paliar su situación.
Los países "desarrollados" crean muros de alambradas punzantes para evitar su entrada... "desestabilizarían el país"... Ellos se la juegan por conseguir un trabajo y vida digna.
Pero nosotros seguimos preocupados por nuestros pequeños o grandes problemas mirando hacia otro lado sin ofrecer soluciones.
¿No fue Cristo un refugiado de su patria que se lanzó al desierto? ¿no fue Cristo un refugiado que abandonó a su familia para llevarnos el mensaje de Dios? ¿no fue Cristo un refugiado, repudiado, insultado y crucificado?
Encar
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