Una persona sola no puede arreglar el mundo pero si todos los unimos con ese mismo fin el mundo podría ser bien diferente.
Trabajar juntos a veces no es fácil, se necesitan grandes dosis de comprensión, aceptación y respeto... pero lo más importante es que cuando trabajamos juntos por un mismo fin somos capaces de salir de nosotros mismos y abrirnos a diferentes realidades que hacen posible lo imposible.
Juntos podemos conseguir que nuestro mundo sea un poco mejor, que haya menos guerras, que las utopías sean una realidad palpable y que a nuestro alrededor sembremos amor.
Juntos sí, pero teniendo a Dios como centro de nuestra vida y proyectos.
Juntos podemos conseguirlo.
Encar_AM
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