Hay momentos en los que la búsqueda de la pieza correcta nos resulta difícil encontrar y otros en los que de una forma tranquila y pacífica la pieza llega por si sola.
La vida es un puzzle que comenzamos al nacer y de nosotros depende el ir ajustando las formas para completar esa obra de arte que Dios pensó para nosotros.
Las situaciones, los acontecimientos, los momentos especiales, las personas que nos rodean... forman con nosotros ese rompecabezas en el que, a veces, no vemos un conjunto claro pero sabemos que nos lleva a crecer y ser mejores.
Me pregunto cuál es la pieza que debo colocar en mi puzzle mañana... no hay respuesta. El mañana me dirá cuál es esa forma que debo colocar y yo decidiré si la coloco o no... es cuestión de voluntad, con frecuencia esfuerzo y siempre libertad.
Ojalá esa pieza esté cargada de entrega y donación hacia los demás.
Encar
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