Con frecuencia buscamos a Dios en las escrituras, en la oración humilde en una Capilla, en el encuentro con los hermanos.
Podemos encontrarnos con El en muchos lugares y de diferentes maneras... pero hoy lo descubro especialmente dentro de mi, en ese interior que a veces se revuelve, que se interroga y cuestiona queriendo encontrar respuestas que no existen, palabras que el viento lleva y gestos que no hablan.
Ese interior que a veces no nos atrevemos visitar por temor a que su verdad cambie nuestra vida y transforme la realidad más profunda de encuentro con nosotros mismos.
Mirar el sol de frente hace daño a los ojos pero mirar nuestro corazón por dentro es necesario aunque a veces duela.
Dios en lo alto, Dios dentro de mi como centinela que nunca se cansa de alentarme a seguir caminando.
Encar_AM
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