Es bello caminar todos unidos, como un solo hombre; es suave caminar apoyado en el hombro de mi hermano; es dulce compartir los gozos y las alegrías en grupo; ese hermoso hacer de nuevo el camino con las manos dadas.
Con tu Iglesia, Señor caminamos dejando huellas en la Historia; vamos subiendo contigo, tomando parte en tu destino…; dejamos a nuestro paso semillas profundas de tu Evangelio. Alienta nuestra marcha; anima nuestro peregrinar, Señor.
Caminamos en espera de la Vida eterna que nos aguarda; llevamos en el corazón la verdad de un más allá cercano; y nuestra fatiga se queda atrás al responder a tu llamada.
Haznos sembradores de paz a lo largo del camino; que germine la paz como fruto de la justicia en nuestra tierra; que nuestras manos se abran al corazón del hombre de corazón roto; y que dejemos en el camino el pan y la sal como señal de testigos.
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