Un discípulo no es más que su maestro

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
- «Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su maestro, y al esclavo como su amo.
Si al dueño de la casa lo han llamado Belzebú, ¡cuánto más a los criados!
No les tengáis miedo, porque nada hay cubierto, que no llegue a descubrirse; nada hay escondido, que no llegue a saberse.
Lo que os digo de noche, decidlo en pleno día, y lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea.
No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No, temed al que puede destruir con el fuego alma y cuerpo. ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones.
Si uno se pone de mi parte ante los hombres, yo también me pondré de su parte ante mi Padre del cielo. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre del cielo».
Mateo 10, 24-33

PARA LA VIDA
- Continuamos con la catequesis misionera de Jesús a los suyos y no les oculta la existencia de dificultades y persecuciones, como le ha ocurrido a Él mismo. Y de nuevo, -aunque de forma velada-, se pone Él mismo como ejemplo a imitar: Él, a pesar de las persecuciones, se ha puesto en manos del Padre que cuida hasta de los gorriones del campo. Ésta es la actitud que deben adoptar sus discípulos y caminar con ese aire y convencimiento, porque el mismo Jesús saldrá en ayuda de los suyos “... yo también me pondré de su parte ante el Padre...” (v. 32).

- Por eso, el “no tengáis miedo”, frase repetida de forma reiterada en esta reflexión, es la clave que ofrece para afrontar la tarea evangelizadora y la vida. No les promete éxitos fáciles, ni que todo el mundo la va a recibir bien; al contrario, el discípulo no será más que el Maestro. Pero... “no tengáis miedo”: quiere convencerles de esta verdad. Y quiere convencerme a mí, a nosotros, de esto mismo y de cara a la tarea a realizar. Ésta es la oferta del Señor Jesús: estará con nosotros aún en medio de las mayores dificultades y oscuridades. Ojalá me abra y acoja su propuesta de presencia y de cercanía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario