Hemos leído todas cartas de este año. Nos ha sorprendido y nos ha conmovido ver que todos estáis pidiendo lo mismo. Y hemos decidido que si, que lo tendréis. Os traemos la felicidad (puede ser la alegría, la libertad, la esperanza, el amor, la amistad...).
¿Una felicidad plena y total? No, porque no existe felicidad plena y total: cabe conquistarla un poco cada día e ir mejorándola siempre.
El año 2020 tendréis felicidad, pero id haciéndoos a la idea de que en la situación alcanzada también encontraréis falta de felicidad.
Mirad también que la felicidad es un juguete muy caro y muy delicado. Un juguete, podríamos decir, con el que no se puede jugar. Mejor: más que un juguete es un instrumento, una herramienta, un estado del espíritu, una forma de ser.
No quisiéramos que se os deshaga entre los dedos. Por eso, os aconsejamos que os atengáis a este manual de instrucciones para que podáis poner en funcionamiento la felicidad que os regalamos:
No se os ocurra usarla para romperla en la cabeza de los demás.
No la destripéis para ver que hay dentro.
No le tengáis miedo, y por eso intentad usarla desde ahora.
No os canséis de ella a los cuatro días, como ha ocurrido otras veces con otros juguetes que habéis tenido.
No permitáis que nadie os la robe.
Dejad que juegue con ella todo el que quiera.
No estropeéis la que también llevaremos a otros.
No la pongáis en manos de inexpertos.
No pongáis dentro de su caja otras cosas que no sean la felicidad. No la confundáis.
No la guardéis escondida, pensando que se desgasta al usarla.
Haced que rinda lo más que podáis.
No le quitéis ninguna pieza, ya que sólo funciona entera.
Dadle buen trato y haced que os dure.
Si sabéis jugar con ella como se debe, el año que viene os traeremos más.
Melchor, Gaspar y Baltasar
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