Ojalá llegue un día en que todos los ejércitos del mundo no hagan falta, porque los países no quieren ya arreglar sus problemas luchando con armas
Ojalá llegue el día en que nadie se atreva ya a quitar la vida a otro ser humano.
Ojalá entendiésemos de una vez que es mucho más barato... ¡pero mucho más barato! evitar una guerra que pagar sus muertes y sus destrozos.
Padre Dios, nosotras deseamos sembrar el mundo de paz.
Y, para conseguirlo, sabemos que tenemos que educarnos plantándola en cada corazón.
Enséñanos que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:
Don de haya odio, haz que yo lleve amor.
Donde haya ofensa, que yo lleve el perdón.
Donde haya discordia, que yo lleve la unión.
A veces nos preguntamos, por qué se fabrican armas.
A veces también nos decimos por que hay gente que. cultiva en su corarán el odio y no el amor.
Por eso le pedimos a Dios:
Donde haya odio, Señor, haz que yo lleve amor.
Donde haya ofensa, que yo lleve el perdón
Donde haya discordia, que yo lleve la unión.
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