Cuando decimos que alguien tiene dos caras es porque su actitud nos crea inseguridad y no vemos consonancia entre lo que nos dice a nosotros y lo que dice a otras personas.
Nos sentimos confundidos ante la falta de claridad que nos muestra y sospechamos que nada de lo que nos presenta es realmente lo que piensa ni lo que vive.
Cuando vemos dos caras en alguien nos sentimos inseguros en nuestra relación con él, nada de lo que nos diga va a tener peso sobre nosotros porque siempre estará detrás la sombra de la incertidumbre.
Los creyentes no debemos ni podemos tener dos caras. La verdad, la vida y la fe... solo tiene una cara que mostrar al mundo de hoy.
Cuando nos presentamos con lo que somos y tenemos podemos encontrar personas afines y otras no afines, pero nunca daremos una visión falsa de lo que pensamos y creemos.
Jesús es modelo para nosotros de claridad, valentía, verdad y vida.
¿Te apuntas a mostrar una sola cara al mundo?
Encar
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