Existen caminos que poca gente tiene la valentía de transitar. Existen personas a quienes pocos tienen el coraje de visitar. Existen lugares en los que pocos tienen la osadía de entrar. A esos lugares llegan los misioneros.
Pero existe una lugar más profundo donde los misioneros del mundo entero dedican su vida para salvarlo: El Corazón del Hombre. Esta es también tu misión: la Oración. Todos somos misioneros.
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