Nos dijeron un día: “Se acabaron los sueños”.
Pero aún podemos soñar
Mientras quede un niño en el mundo
y un rayo de luz en el firmamento.
Nos manifestaron: “Estáis equivocados”.
Pero aún podemos buscar la verdad
mientras sigamos compartiendo
y no cerremos las puertas al diálogo.
Nos certificaron: “No valéis para nada”.
Pero aún podemos esperar
mientras sigamos caminando
y atisbando el futuro entre la niebla.
Nos aseguraron: “Terminaréis fracasando”.
Pero aún nos quedan fuerzas
mientras haya pobres en la cuneta
y corazones solidarios.
Nos gritaron: “Moriréis entre humos y palos”.
Pero aún podemos vivir
mientras luchemos por la paz y la justicia
y crezca una flor a nuestro lado.
Nos llamaron: “Parias ilusos”.
Pero aún tenemos dignidad
mientras alguien nos vea como hermanos
a pesar de nuestra debilidad.
Nos declararon: “No sois nada”.
Pero seguiremos creyendo
y guardando tu recuerdo
mientras Tú sigas susurrando nuestro nombre.
Padre nuestro, que conoces nuestros sueños,
no nos dejes caer en la tentación
de no creer ya en tu Espíritu n en nosotras;
y líbranos del canto de las sirenas y del “malo”.
(Florentino Ulibarri “Al viento del Espíritu”)
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