María de Belén, tú nos diste a Jesús, el Dios con nosotros, el Dios que nos salva, el Emmanuel: nos lo diste en la primera Nochebuena de la historia, y los primeros en recibir la noticia fueron los pequeños, los humildes, los pastores: Nosotros queremos recibir hoy, otra vez, la Buena Nueva del nacimiento de Jesús. Queremos que Jesús nazca en nuestro corazón. Por eso te pedimos que tú misma nos prepares dándonos un corazón pobre, humilde y pequeño, silencioso y contemplativo, dispuesto a la ofrenda y al don; un corazón como el tuyo. María de Belén, haznos experimentar de este nuevo nacimiento, y mientras tanto haz que realicemos contigo un mismo camino de espera y de esperanza. Amén.
Cardenal Eduardo F. Pironio
No hay comentarios:
Publicar un comentario