Desde todos los rincones me está llamando tu voz.
Siento tu mirada en muchos ojos que me miran.
Oigo tu palabra en muchas voces que me
gritan.
Y en aquellos que me necesitan, veo tu
mano extendida.
Eres tú quien me pregunta
cuando veo ese niño hambriento,
o esa madre extenuada con su hijo a la espalda.
Sé de muchos hombres que no oyen tu Evangelio.
y de otros que malviven en chabolas malolientes
y de muchos más que roban para poder seguir viviendo.
Y todos ellos me gritan en silencio
que no viva tan tranquilo.
¿Qué puedo hacer yo?
Esos niños que juegan en el barro
porque no hay sitio para ellos en la escuela.
y ese hombre sin ganas de vivir
porque no encuentra sentido a su vida.
y tantos otros que sufren en las cárceles,
y los que libres no tienen libertad,
porque otros les niegan la palabra...
pero también en todos ellos,
y desde todos los rincones de la tierra,
me está llamando tu voz..
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