Hermanos, Jesús nos ha recordado su desconfianza radical hacía el dinero porque nos "endurece el corazón", nos hace insolidarios, insensibles a las dificultades de los demás. Oremos.
Padre bueno, queremos ser compasivos y solidarios.
• Padre bueno, que la Iglesia sea ejemplo e invitación a vivir con criterios de justicia y responsabilidad el dinero y los bienes que tenemos.
Padre bueno, queremos ser compasivos y solidarios.
• Padre bueno, que los creyentes seamos solidarios con los que más necesitan, que sepamos compartir y dar para que otros puedan vivir con dignidad.
Padre bueno, queremos ser compasivos y solidarios.
• Padre bueno, que todos nosotros seamos conscientes de la abundancia en la que vivimos y que lo que nos sobra, siguiendo una "austeridad solidaria", salve vidas, dé vida a otros.
Padre bueno, queremos ser compasivos y solidarios.
• Padre bueno, que este lado del mundo, donde vivimos en la abundancia, no nos olvidemos del otro lado del mundo, donde los hombres y mujeres mueren de hambre, de enfermedad y de miseria.
Padre bueno, queremos ser compasivos y solidarios.
• Padre bueno, que todos nuestros mayores que viven solos o en residencias sientan nuestra cercanía y cariño, que nos tomemos en serio acompañarles en su día a día.
Padre bueno, queremos ser compasivos y solidarios.
Padre bueno, que nuestras entrañas se estremezcan ante tanta injusticia e insolidaridad. Concédenos un corazón compasivo y audaz junto a los más desfavorecidos de nuestro mundo. Te damos las gracias por la vida de tu hijo Jesús.
Vicky Irigaray
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