El amor es aquello que más necesita el hombre. Cualquier persona, sea quien sea, de la condición que sea, necesita recibir estos de cariño, una palabra agradable, una sonrisa, una palabra de aliento... y de apoyo.
Sin amor, nadie es capaz de vivir feliz. Sin amor, todo e vuelve oscuro, difícil y problemático. Con razón decía San Agustín que amar y ser amado era lo que más deseaba en este mundo. Por ese motivo, ninguna enfermedad hay más grave que la de no sentirse querido, lo primero que debemos a cada persona es amor y cariño, incluso a los que no nos caen bien...
El amor debe estar presente en todos los acontecimientos de nuestra ida y debe ser la raíz de todas nuestras motivaciones. Como bien decía San Agustín:
«Si haces la paz, hazla por amor. Si te lamentas, laméntate por amar. Si corriges, corrige por amor... Procura que el amor eche raíces en tu alma. De esa raíz solo puede nacer el bien.» (San Agustín, comentario al evangelio de San Juan. 7,8)
Examínate por dentro, no por fuera. Dios mira al corazón de cada persona. Mira tú también al tuyo y júzgate; juzga si la raíz de tus obras es el amor, porque eso es lo único que les da valor ante los ojos de Dios.
interesantisimo
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