- Escucha: Comienza por escuchar. El cielo emite noche y día.
- Escucha bien: No ores para que Dios realice tus planes, sino para que tú interpretes los planes de Dios.
- Pide: Pero no olvides que la fuerza de tu debilidad es la oración. Cristo dijo: <Pedid y recibiréis>.
- Pide bien: El pedir tiene su técnica. Hazlo atento, humilde, confiado, insistente y unido a Cristo.
- De Corazón: ¿No sabes qué decirle a Dios? Háblale de vuestros mutuos intereses. Muchas veces. Y a solas.
- Calla: No conviertas tu oración en monólogo: Harías a Dios autor de tus propios pensamientos.
- Sé: Cuando ores no seas engreído, ni demasiado humilde. Con Dios no valen trucos. Sé como eres.
- Está: ¿Y las distracciones involuntarias? Descuida: Dios y el sol broncean con sólo ponerse delante.
- Lee: Si alguna vez piensas que, cuando hablas con Dios, Él no te responde, lee la Biblia.
- Vive: No hables nunca de <ratos de oración>: ten «vida de oración»
10 consejos sobre la oración
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