Señor, nadie mejor que tú me conoce por dentro
porque nada se escapa a tu mirada.
Por más que disimule, por más que lo intente ocultar
siempre sabes cómo me encuentro.
Tú penetras hasta en lo más íntimo de mis sentimientos.
Conoces mis defectos y mis virtudes, mi debilidad y fortaleza.
Ojalá me conozca a mí mismo
como tú me conoces, Señor.
Ojalá entre dentro de mí mismo
como tú entras en mí, Señor.
Que me examine a mí mismo
como tú me examinas, Señor.
Pero que luego me ame a mí mismo
igual que tú me amas, Señor.
Muchas veces vivo la vida desde fuera.
Me da miedo entrar; contemplarme por dentro
y ver que hay cosas en mí que no me gustan.
Por eso huyo. Muchas veces vivo la vida a lo loco.
No me detengo para ver por dónde voy,
porque eso me llevaría a plantearme la vida en serio
y esa invitación no siempre es agradable.
Sé que sólo conociéndome a mí mismo
podré superarme y ofrecerte una vida mejor.
Sé que sólo examinándome a mí mismo
descubriré todo lo que me aleja de tu lado.
Sé que juzgándome a mí mismo,
con sinceridad, escucharé necesariamente tu voz
que me invita a andar por dentro.
Sondéame, Señor, conoce mi corazón,
pruébame, conoce mis luces y mis sombras.
Mira las veces que te doy todo lo que tengo
y ayúdame para crecer a tu lado.
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