Eres mi Salvador.
Nuestro Salvador.
Eres Aquél en quien todo lo espero.
En ti confío, mi Dios y Señor.
Tú eres la defensa de mi vida...
¿Quién me hará temblar?
Contigo a mi lado
los obstáculos del camino caen como hojas de otoño.
Una cosa te pido, Señor, y es lo que busco:
vivir unido a ti, tenerte como amigo,
y alegrarme de tu amistad profunda conmigo.
En el peligro me proteges,
y me escondes en el rincón de tu tienda.
Me siento seguro, como sobre roca firme.
Señor Jesús, escúchame, que te llamo.
Ten compasión de mí.
Respóndeme, que busco tu rostro.
Mi corazón me dice que me quieres,
que estás presente en mí,
que te preocupas de mis problemas
como un amigo verdadero.
Busco tu rostro Señor; no me escondas tu rostro.
Dame la certeza de saber
que aunque mi padre y mi madre me abandonen,
tú siempre estarás a mi lado.
Señor, enséñame tu camino,
guíame por la senda llana.
Espero gozar siempre de tu compañía.
Quiero gozar siempre de tu Vida en mi vida.
Espero en ti, Señor Jesús.
Dame un corazón valiente y animoso para seguirte.
Tú que eres luz para mi camino
y el Salvador en quien yo confío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario