Hay gente que cree saberlo y verlo todo. Luego pasa lo que pasa. Las grandes equivocaciones nacen muchas veces por querer abarcarlo todo y por pretender saberlo todo.
Llega la Navidad. ¿Qué nos dice el Señor? ¡Que abramos bien los ojos! ¿No os parece que estamos un poco colapsados por lo que el mundo nos ofrece y poco sensibles a lo que Dios nos da? ¿Quién regala en Navidad? ¿Dios o el hombre? ¿No es Dios, quien adelantándose, nos ofrece todo su amor en Jesús?
Recientemente, antes de morir el campeón de esquí, Fernández Ochoa, decía “morir es pasar de la tiniebla a la luz”. El Señor, todos los días, cuando amanece, nos da una nueva oportunidad para pasar del error a la verdad; de la ceguera espiritual a la amistad con él. Por algo, y volviendo al deportista español, también antes de morir afirmaba: “hay que vivir con dignidad, la vida es muy corta y demasiado bonita”. Que el Señor, que llega en Navidad, nos ayude a abrir bien los ojos para disfrutar de tantas cosas buenas que Dios nos regala. ¡Seamos esquiadores hacia Belén! ¡Cerremos los ojos y, cuando los abramos, que veamos al Señor! ¡Será Navidad!
No hay comentarios:
Publicar un comentario