En la foto vemos la imagen de la Torre Eiffel desde una perspectiva a la que no estamos acostumbrados.
Habitualmente esta imagen la tenemos guardada en la retina como una construcción alta, muy alta que preside el centro de París.
La foto nos muestra otra perspectiva, no desde el suelo sino desde lo alto de la torre. Es posible que no descubramos que es la torre Eiffel hasta que no la miramos con detenimiento.
Lo mismo puede suceder en nuestra vida. A veces podemos tener imágenes preestablecidas sobre determinadas cosas o personas... y es necesario mirarlas desde otro ángulo.
Con seguridad, esa visión nos ofrecerá una imagen diferente sobre lo que observamos porque cuando somos capaces de salir de nuestra óptica es cuando nos damos cuenta de que TODO en la vida tiene diferentes visiones y puntos de anclaje.
Miremos nuestra propia vida con ojos nuevos cada día, dando oportunidad a los acontecimientos para hablarnos desde diferentes ángulos. Si lo conseguimos habremos alcanzado la forma de no cerrarnos a lo nuestro, a lo que creemos correcto y mejor... y tendremos en cuenta la visión que otros nos ofrezcan o nosotros mismos percibamos.
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