Don de Temor de Dios: Es el don de respeto a Dios y a los hombres. El temor de Dios es la actitud que nos hace vivir de manera constante bajo la mirada del Señor. Su mirada no es la de un ojo maligno o severo que apunta hacia ti solo para encontrarte un fallo. En absoluto. La mirada de Dios es una mirada de Padre que te conoce y te ama como no te puedes imaginar… y quiere el verdadero bien para ti. Este temor a Dios bien entendido es el temor que acaba con todos los temores y los escrúpulos. No temáis a nadie, que nadie os puede dañar cuando os protege el que todo lo puede. Es pues un temor que nace del amor. Y lleva a actuar como a Dios le gusta, porque ese es el bien más grande. Por eso, este don es el don de la reconciliación y del arrepentimiento.
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