“HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR, HÁGASE EN MÍ SEGÚN TU PALABRA”. Esta fue la respuesta final de María en la Anunciación. Es decir: después de pensarlo bien, María le dice a Dios: AQUÍ ESTOY, SEÑOR, PARA HACER LO QUE TÚ QUIERAS, LO QUE MÁS NECESITES.
¿Serías tú capaz de decir eso a Dios o a alguien que te necesita?
¿Pondrías tu vida al servicio de alguien sin ninguna condición? Vamos a pedir a María que nos ayude a ser personas generosas, disponibles, que se ofrecen a los demás.
ORACIÓN
ACUÉRDATE, VIRGEN MARÍA, QUE JAMÁS SE HA OÍDO DECIR QUE NINGUNO DE LOS QUE HAN ACUDIDO A TI PIDIENDO TU AYUDA Y CONSUELO, HAYAN QUEDADOS SOLOS O TRISTES.
NOSOTROS, ANIMADOS POR ESTA CONFIANZA, ACUDIMOS A TI, MARÍA,
Y SABIENDO QUE HACEMOS MUCHAS COSAS MAL, NOS ATREVEMOS A PONERNOS A TU LADO PORQUE NO TENEMOS LA MENOR DUDA DE QUE ESCUCHARÁS NUESTRA ORACIÓN Y NOS ATENDERÁS CON TERNURA.
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