Cuando vienes, y nos sorprendes.
Cuando llegas, y nos encuentras esperándote.
Cuando naces, y quieres salvarnos.
La alegría eres Tú, Señor.
En un mundo triste,
porque nos cuesta sonreír,
porque vivimos sin vivir,
porque sonreímos sin ganas.
No nos abandones,
sal a nuestro camino,
conviértenos a Ti, Señor.
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