Navegas por internet y encuentras episodios de todo tipo sobre el fin del mundo de hoy, día 12-12-2012... otros, basándose en la profecía maya, dicen que será el 21-12-2012.
Argumentan el choque de asteroides, concretamente el llamado Tutatis que pasará "cercano a la tierra" (a 6,9 millones de kilómetros) a una distancia infinita de nuestro querido planeta y que en la remota posibilidad de que se acercara se desintegraría al contacto con la atmósfera.
Sea como sea la profecía es claro que el ser humano se interroga sobre el fin del mundo.
En este tiempo de Adviento en el que se nos invita a "estar alerta porque no sabemos el día ni la hora" miro el 12-12-2012 restando los (de nuevo) 12 días para la llegada de Jesús a nuestra vida.
Las conjeturas astronómicas, las predicciones fatales o la fascinación popular por crear determinados acontecimientos catastróficos en fechas concretas del calendario gregoriano no tienen ningún sentido.
¿Por qué no pensar que en dicha fecha vamos a recuperar todos el optimismo por una calidad de vida mejor? ¿Por qué creer que en esa fecha el apocalipsis hará de nosotros cenizas?
¿No es más saludable pensar que a partir de esta fecha, a partir de hoy, el mundo puede tener más paz? ¿No es mejor creer que es posible la igualdad? ¿que la crisis comenzará a desaparecer dando a millones de familias la esperanza de un futuro mejor? ¿No es mejor luchar por la solidaridad con los que menos tienen?
El mensaje de Adviento es claro "vive el hoy"... si pusiéramos nuestro empeño en vivir el presente desde la óptica de Jesús que llega a nuestra vida ofreciéndonos Amor... todo sería más bello.
Por eso, hoy, 12 del 12 de 2012... ¡despertemos con el gozo de que en 12 días de nuevo tendremos a Cristo en un humilde pesebre! (con mula o sin mula, eso da igual), lo importante es que nuestra fe se fortalecerá cada día que vivamos desde la entrega y donación.
Encar
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