El Don del Consejo


María, Madre del Buen Consejo, Buen Consejo que es Jesús, su Hijo. 
María en sus actitudes siempre nos remite a Cristo: “Haced todo lo que Él os diga” pues le reconoce como CONSEJERO ADMIRABLE que viene del Padre. Así, María es también para nosotras Madre y Consejera y sobre todo ejemplo de discípula fiel de Jesús. 
La invocamos especialmente en este día  y pedimos su intercesión para que podamos también ejercer el don de consejo con sabiduría, discernimiento y prudencia.
Aconsejar con los labios: proclamando las verdades de nuestra fe, anunciando la Buena nueva de Jesús.
Aconsejar con los ojos: así como Jesús que con su mirar envolvió y acogió a la mujer pecadora.
Aconsejar con las manos: apoyando a los caídos víctimas de la falta de humanidad. 
Aconsejar con los pies: yendo al encuentro, haciendo camino; como Jesús que iba de ciudad en ciudad, de aldea en aldea...
Aconsejar con el propio testimonio de vida, así como Jesús, así como María, como los apóstoles, los profetas, los santos, nuestras madres fundadoras y tantos hombres y mujeres de nuestros días.
Aconsejar, aconsejar, aconsejar !!!

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