Dios único de todas las creaturas humanas,
tú creaste la tierra y el cosmos,
en toda su variedad, su belleza y su fragilidad.
También las diversas culturas y religiones te buscan apasionadamente,
origen de todas las cosas.
Tú quieres que todos los seres no sean una amenaza
sino una bendición recíproca.
El mundo debe ser, según tu voluntad,
una casa pacífica y habitable para todos,
Escogiste el vecino Oriente para que él, junto con nosotros, hiciera conocer
tu Nombre y tu Camino en numerosos lugares.
Abraham, padre en la fe de los Hebreos, Musulmanes y Cristianos,
escuchó tu llamada
en la Región que se extiende entre el Éufrates y el Tigris, que es el actual Irak.
Prometiste de modo especial al antiguo y al nuevo Pueblo de Israel
vida y futuro.
Como mujeres y varones cristianos te agradecemos,
sobre todo, por el Señor Jesucristo, nuestro Hermano.
El es nuestra PAZ.
El vino a derribar los muros y a dar a todos, sin distinción.
Vida y futuro.
Nos sentimos en comunión con las Iglesias del vecino Oriente,
Ellas dan testimonio del Evangelio de Jesús,
de la fuerza de la libertad sin violencia
y de la certeza de la Resurrección.
Te suplicamos,
también en unión con los hermanos y hermanas de aquellas Regiones
que tienen sus orígenes en el Vecino Oriente.
Tú nos creaste a todos a tu imagen y semejanza.
Todos somos tu imagen.
A todos los que te buscan en verdad
les inspiraste hambre y sed de justicia
y deseos de PAZ.
Todos, Musulmanes, Cristianos y miembros del Pueblo de Israel,
aspiran ardientemente a la reconciliación.
Todos estamos de luto por las víctimas del odio y de la violencia.
Todos, según tu proyecto, estamos llamados
a colaborar en la construcción de un mundo nuevo.
Nosotros te pedimos:
ten misericordia de todas las víctimas y de todos los culpables.
Te rogamos poner fin a este espiral de violencia, de enemistad,
de odio y de venganza.
Da a todos, sobre todo a los responsables de la política,
la convicción de que el camino de la PAZ duradera
no es el de la guerra,
sino el de la PAZ con Justicia.
Suscita, también hoy, en todas las religiones abrahámicas,
personas que sean instrumentos, mensajeras y mensajeros
de un mundo diferente.
Haz que los corazones se abran y cese la guerra,
aun antes de que comience.
Da la PAZ duradera al Vecino Oriente.
Haz que florezca para todos una patria segura.
Haz, Señor, que todos los hombres y mujeres de buena voluntad,
de todas las religiones,
del Norte y del Sur, del Oriente y del Occidente,
asuman sus responsabilidades,
derriben las montañas de los malos entendidos,
cubran las grietas del odio,
y abran caminos hacia un futuro común.
Haz callar las armas en este mundo, que es nuestro único mundo,
y haz que resuenen cada vez más fuerte
los clamores de PAZ.
PAZ para todos, sin diferencias.
Señor, único Dios,
¡Haz de todos nosotros instrumentos de tu PAZ!
Hermann Schalück, ofm
missio-Aachen, Alemania
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